sábado, 23 de mayo de 2015

Replantando

Como todos ya sabéis, en el mes de marzo "creamos vida" plantando una semillas en el colegio con todos los niños. Desde entonces, y gracias también al asesoramiento externo de la Asociación "La flor de Castilla", el proceso de su cuidado ha ido pasando por distintas fases.
Primero las estuvimos cuidando en nuestras clases, más tarde las sacamos al huerto del colegio para que las diera más luz solar y así pudieran crecer con más fuerza. Como pasado un tiempo vimos que algunas de ellas no se animaban a salir repetimos el proceso de plantación con aquellos niños que su plantita no había brotado. De esta manera, todos los niños continuaban siendo "creadores" y responsables de una planta.
La enseñanza que les queremos transmitir a nuestros niños con esta actividad es que todos tenemos el mismo comienzo, todos salimos desde el mismo punto de partida pero después cada uno tiene sus propias características y su proceso particular. Al igual que no todas las plantas son iguales ni tienen las mismas necesidades pues unas necesitan más luz, otras más agua, otras más espacio en el semillero, etc. nosotros tampoco los somos. Unos pueden necesitar más ayuda para florecer y aprender y otros puede que con las pautas más básicas ya sepan recorrer el camino del aprendizaje. Unos pueden necesitar más motivación para crecer y otros puede que lo que necesiten sea más espacio personal y tranquilidad. También puede ocurrir que a pesar de los cuidados y los esfuerzos realizados la planta, o en este caso el niño, no termine de brotar y necesite de una nueva "replantación" (que en este caso sería la repetición de curso), una nueva oportunidad para crecer y aprender lo que durante el curso no ha logrado interiorizar. Siempre queriendo transmitir el mensaje de que no todas las cosas se consiguen a la primera sino que algunas necesitan más intentos para poder lograrlas, que todos los intentos son oportunidades para alcanzar nuestra meta y no debemos verlas como son fracasos... Pues toda experiencia es aprendizaje.
Cada uno de nosotros somos una planta. Todas somos diferentes pero todas somos hermosas y al igual que las plantas cada uno de nosotros aportamos algo que los demás no tienen, un aroma, un color, una forma, una propiedad... es ahí donde radica lo maravilloso de la diversidad, la riqueza de lo heterogéneo. Y continuando con este símil o comparación, podemos quedarnos buscando qué planta nos parece la más bonita, escogiendo una favorita, o en cambio podemos disfrutar de la belleza del "jardín", de la totalidad de las plantas pues si faltara alguna de ellas ese jardín ya no tendría el mismo aroma ni el mismo colorido, pero sobre todo, no tendría la misma "riqueza" que se aportan unas plantas a otras. Lo mismo ocurre con nuestros niños, ellos son nuestro jardín, todos son diferentes pero todos ellos son hermosos y
necesarios. Yo elijo la belleza del jardín en su totalidad, ¿y vosotros?
































Continuará...

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