lunes, 1 de junio de 2015

"Escuchamos" el silencio... Mindfulness


Estamos comenzando la recta final del curso y eso se nota mucho en el ambiente. Los niños están muy alterados por los exámenes, por el buen tiempo, por las ganas de vacaciones... Por ese motivo la misión de la semana pasada y ésta van a ir encaminadas en la relajación, en vivir el momento, en aprender a tener una conciencia plena, y es que nos vamos a introducir en el mundo del minfulness.
A alguno de vosotros ya os sonará o sabréis de qué os estoy hablando pero seguro que muchos estarán pensando ¿qué es eso?, ¿qué va a hacer con nuestros hijos?, bueno pues estad tranquilos porque es algo muy positivo para vuestros hijos y por ende también lo es para vosotros. ¿Os animáis a practicarlo con nosotros?
El mindfulness es la aptitud de la mente para prestar atención a lo que hay, aquí y ahora, estando totalmente conscientes de cada momento que vivimos. Y eso no es nada fácil pues se puede decir que hemos aprendido a vivir con "el piloto automático encendido". Pues bien, vamos a intentar enseñar a nuestros niños a utilizar el mindfulness como una herramienta para realizar una gestión eficaz de sus emociones. Y ¿cómo lo vamos a hacer? pues a través de la respiración.
A menudo pasamos por alto la gran importancia que tiene la respiración en nuestras vidas. Inspiramos y espiramos de forma automática sin ser conscientes del valor que esta acción espontánea e incontrolada conlleva, y sin prestarle la atención que se merece, que es muchísima. La respiración es la primera y última manifestación de la vida, nos acompaña a lo largo de toda nuestra andadura siendo testigo de nuestros aprendizajes: inspiramos hondo antes de enfrentarnos a un examen, contenemos el aliento ante una película de terror, se vuelve sutil cuando besamos, se abre y se expande en los momentos de mayor alegría y se encoge en situaciones dolorosas, o surge como suspiro en la tristeza. Por este motivo es fundamental que los niños aprendan a utilizar la respiración para poder gestionar sus emociones, lo cuál no significa que esa emoción vaya a desaparecer respirando, pero sí se va a atenuar, nuestra perspectiva sobre el problema cambiará y nuestra tolerancia hacia el mismo aumentará. De esta manera, cuando nuestro niño reciba una patada jugando al fútbol podrá canalizar su ira o su rabia respirando y así podrá evitar una pelea o una discusión, o también podrá calmar sus nervios y ansiedad ante un examen, y así en infinidad de situaciones.
Muchos niños y papás me habéis preguntado que por qué no hubo misión la semana pasada. Lo que ocurrió fue que debido a las pruebas que se realizaron en 3º de primaria y a los ajustes en la organización del centro debido a las mismas, no hubo posibilidad ni tiempo de poder realizar la actividad con todos los cursos. Pero no os preocupéis porque en aquellas clases donde no lo pude hacer lo vamos a realizar esta semana a mayores de la misión que nos toca.
Dicho esto, respiramos y paso a contaros la misión que realizamos la semana pasada, y es que lo que hicimos fue "escuchar el silencio". 
Tenemos demasiado ruido en nuestra cabeza, nuestra mente siempre está funcionando y eso nos agota no sólo mentalmente sino también física, emocional y anímicamente. Por este motivo la actividad consistió en escuchar el silencio pues necesitamos apartarnos un poco de ese flujo continuo de pensamientos. Para ello los niños se pusieron en la posición más cómoda posible y se mantuvieron en silencio durante un minuto. Durante ese tiempo tenían que intentar no pensar en nada, dejar que todos aquellos pensamientos que llegaran a su mente se fueran sin retenerlos, sin centrarse en ellos, sin juzgarlos. Para ello debían concentrarse en su respiración. Pasado ese minuto los niños escucharon el timbre de una campana y tuvieron que concentrarse en ese sonido pues cuando terminara de emitir el sonido y su vibración debían abrir despacito sus ojos y volver a "la clase". Sé que muchos de vosotros pensaréis que eso es imposible, pues no, no sólo fueron capaces de estar en silencio sino que muchos de ellos lograron relajarse. Les ha resultado tan gratificante que han propuesto repetirlo con asiduidad en sus clases. A través de esta actividad los peques han trabajado la conciencia de su respiración, la relajación, la atención plena en un sonido y a reconducir su atención.
¿Os animáis a probarlo vosotros también? Os aseguro que ese minuto será vuestra mejor inversión del día.

¡No pienses! ¡No esperes! sólo vive y disfruta cada momento intensamente.












 

















2 comentarios:

  1. yo es q alucino,es increible q se te ocurran estas cosas.Yo por mi parte opino q esto del "blog latido emocional" es una idea fantastica,para enseñarnos todas las emociones;sobre todo porque pedemos clase aunque solo un ratito. ;- )
    TE QUIERO MUXO, RUT !!!!!!!!!!! BESITOS
    Lara 6º

    ResponderEliminar
  2. Lara, me hace muy feliz que te gusten tanto estas actividades y el blog. Y aunque no lo creas para nada perdéis clase. El día de mañana os acordaréis mucho más de cómo os sentisteis y de todo lo que vivisteis en el cole que vuestras clases de mate o demás. Ojalá todo esto os sirva para aprender a ser felices a pesar de todo lo que os ocurra en la vida, que tengáis estrategias para afrontar vuestros retos y los problemas que os vayan surgiendo, en definitiva, a vivir y disfrutar plenamente vuestra vida. Yo también te quiero mucho corazón.

    ResponderEliminar